BO YIN RA,El Maestro Desconocido :
Injustamente
Ignorado para la inmensa mayoria , hoy les traigo Vida,Enseñanzas y su
colección de Trilogía de obras.
BIOGRAFIA de BO YIN RA :
Joseph
Anton Schneider francos o Bô Yin Ra (* 25. Noviembre 1876 en Aschaffenburg, †
14. Febrero 1943 en Massagno) Fue un escritor y pintor alemán.
De sus
diversos viajes dentro de Europa, muchas pinturas y escritos son conocidos,
mientras que las de Grecia en particular, se destacan. Las publicaciones de
J.A.S. apareció bajo el nombre de Bô Yin Ra,autor de más de 30 libros, de
numerosos escritos y obras pictóricas, Estudió pintura en la ciudad de
Frankfurt y en las academias de Munich, Paris y Viena Fue durante este tiempo que
de forma gratuita recibió instrucción por el pintor Hans Thoma., pero las
experiencias en Grecia fueron determinantes para el artista, las que finalmente
lo encaminaron hacia lo que él, nos trasmite en sus libros y pinturas. Sus
escritos consisten en darnos valor y ayuda en medio de lo cotidiano, a pesar de
todas las dificultades, a fin de que podamos encontrar el propio camino que nos
conduzca hacia el ser interno viviente.
De 1913 a 1915 trabajó de nuevo
en Munich. En 1915 la
Galería E. Schulte de Berlín exhibió una colección de sus
paisajes griegos. Durante 1916 trabajó en Berlín; Ese año publicó dos textos
más, Palabras de los Maestros y de las Tierras de las Luminarias ; Un tercero, La Voluntad de la Alegría , seguido en 1917;
Los tres aparecieron en Leipzig y nuevamente llevaron sólo las iniciales BYR
En 1919
exhibió paisajes y composiciones florales en el Kaiser-Friedrich-Museum en
Görlitz. Durante ese año también apareció la primera edición del volumen
central en el ciclo Hortus Conclusus, es decir, El Libro sobre el Dios Viviente
. El trabajo fue publicado por Kurt Wolff en Leipzig, en su Verlag der Weissen
Bücher. Esta edición, la primera en mostrar el nombre del autor como Bô Yin Râ,
contenía un prefacio del novelista alemán Gustav Meyrink (1868-1932), cuyo
trabajo Der Golem (Leipzig: Kurt Wolff Verlag, 1915) se había convertido en una
sensación editorial y trajo su Autor de amplia aclamación.
En 1920 Bô
Yin Râ publicó, una vez más con Kurt Wolff, una serie de obras adicionales en
el ciclo; Algunos de ellos ya habían estado completos durante algunos años,
otros casi habían terminado. Estas obras incluyen el libro sobre el arte real ,
el libro sobre la vida más allá , el libro sobre la naturaleza humana , el
libro sobre la felicidad y el libro de los diálogos .
En 1921
apareció Más Luz y, fuera del ciclo, Reflexiones sobre el Reino del Arte . En
la primavera del año siguiente el autor pasó dos semanas en la isla de Capri,
una visita cuyas impresiones se reflejan en la obra posterior El Secreto . Ese
año también se publicó El Misterio del Gólgota , El Libro sobre el Amor y
Mundos del Espíritu , que contiene un ciclo de veinte perspectivas
espirituales. También en 1921 aparecieron Scintillas (Mantras alemanes), que ya
había sido impreso como una prepublicación en la revista Magische Blätter,
Leipzig, 1920.
1923 marcó
un giro decisivo en la vida exterior de Bô Yin Râ, ya que en ese año él y su
familia abandonaron Alemania para establecerse en Suiza, primero en Horgen, en
el lago de Zurich. Ese mismo año se familiarizó con el editor suizo Dr. Alfred
Kober-Staehelin (1885-1963), quien más tarde fue también conocido como
periodista y comentarista político. El Dr. Kober reconoció el valor y la
importancia de las exposiciones sin precedentes de Bô Yin Râ y comenzó, a
partir de 1927, a
publicar todas las obras del autor. En 1923 aparecieron los títulos Palabras de
Vida , El Secreto y, fuera del ciclo, Enigmas del Ocultismo .
1924 trajo
la publicación de seis títulos más del Hortus Conclusus, es decir, El Camino a
Dios , El Libro sobre Solace , La
Sabiduría de San Juan (el primer trabajo publicado en la
traducción inglesa por The Kober Press, Berkeley), el Culto y Ceremonial Magia
, Salmos , y Espíritu y Forma .
En 1925 Bô
Yin Râ se trasladó con su familia de Horgen a Massagno / Lugano, Tessin, donde
hicieron su residencia permanente; Formalmente se convirtieron en ciudadanos de
Massagno en 1938.
En 1925
apareció el mayor objetivo de la vida ,el matrimonio,durante los catorce años
siguientes Bô Yin Râ publicó las siguientes obras:
En 1926,
Resurrección, Sobre la Oración ;
1927, El significado de esta vida, El libro sobre el Dios viviente (forma
final), "Acerca de mi nombre" ; 1928, Señales a lo largo del camino,
El libro sobre la naturaleza humana (forma final), "El uso de
mantras" ; 1929, El libro sobre la vida más allá (forma final); 1930, El
espejismo de la libertad terrenal, El misterio del Gólgota (forma final),
"Acerca de mis libros" ; 1931, El Libro sobre el Amor (forma final);
1932, El camino de mis alumnos, El libro sobre el arte real (forma final), Vistas
de mi estudio ; 1933, Reflexiones sobre el reino del arte (forma final); 1934,
De lo cotidiano, Realidad en lo Eterno, Vivir en la Luz del Espíritu ; 1935,
Cartas a uno ya muchos, "En mi propio nombre" ; 1936, Hortus
Conclusus, Más Luz (forma final); 1937, Codicil al Hortus Conclusus ; 1938,
Marginalia ; 1939, Sobre Dios, Relaciones Espirituales, Miscelánea .
Se decía
enviado de la Logia
blanca y fundó, hacia 1920, la
EBDAR (o Hermandad de los Caballeros del Santo Grial), con
siete grados (según los siete sellos del Apocalipsis). Su doctrina (cada hombre
es su Dios) es común a sus obras, entre las que destacan El libro de la
felicidad (1920) y El libro del amor (1922).
Hoy en día
hay dos Fundaciones Bô Yin Râ (Bô Yin Râ Stiftung, en alemán); Uno está situado
en Basilea, Suiza , su presidente es el Dr. Otto Lienert. La otra Fundación se
encuentra en la ciudad de Giessen (Hessen - Alemania).
SINTESIS DE SUS ENSEÑANZAS :
“EL REFUGIO
DE DIOS ENTRE LOS HOMBRES”
Ya en tiempos
pasados, llegó desde el sol naciente una
silenciosa
nueva hasta Occidente, que expuso ante los ojos,
en forma de
imágenes de piadosa fe cristiana, una prodigiosa
Comunidad de
unión espiritual de sapientes realizadores,
sin embargo,
los hombres occidentales, no supieron
interpretar
tal forma que les alcanzaba.
El velo de la
leyenda se tejió en torno al “Santo Grial” y
su augusta
“Caballería”.
Un saber lleno
de consuelo devino en oscuro mito, y quedó
como una
piadosa poesía con un trasfondo de fábula.
Sin embargo,
en nuestros días, sucedió entonces, que a
través de
fantasiosos y floridos relatos de aventureros
mistagogos, se
habló a todo el mundo de ocultos iniciados,
conocedores de
los secretos, que vivían en el interior del
Oriente, sin
embargo al mismo tiempo, el mismo mito
atestiguaba en
contra de sí mismo, ya que sus difusores, si
bien habían
tenido conocimiento de la existencia de los
Ocultos, jamás
habían visto a alguno, de lo contrario nunca
hubiesen
podido evitar suponer, que ciertos prodigiosos
faquires y
extraños santos que se habían encontrado, fuesen
miembros de
aquel círculo espiritual...
Sin embargo,
en el inconsciente de muchas almas, ha
prevalecido un
oscuro y último presentimiento de una
posible unción
espiritual, en algún lugar de la tierra, con un
aún oculto
santuario lleno del espíritu de Dios, y así pronto,
muchos se
encontraron inclinados a la fe, en la esperanza de
alcanzar dicha
unción.
Por desgracia,
buscaron por falsos caminos y aún hoy,
siguen
buscando por esos equívocos senderos.
De fragmentos
de Sabiduría que yacían junto al camino,
erigieron una
extravagante obra de apariencias a la que
llamaron “la
ciencia” del espíritu, creyendo inocente y
locamente, que
el verdadero conocimiento del Espíritu de la
Eternidad
pudiese ser aprehendido de igual modo que el
entendimiento
de la ciencia terrenal.
Ellos viven
como ascetas para, como dicen, “espiritualizarse”,
y así se
hunden en sombríos y venenosos pantanos
de una
“mística” que se origina en la afiebrada atmósfera de
cálidas
junglas tropicales; buscan percibir por todas partes,
trastornados
de pasión, viejas o nuevas indicaciones a fin de
obtener
“poderes ocultos”, creyendo poder acercarse de esta
forma, a
Aquellos que para todos ellos sólo les pueden
ofrecer una
compasiva sonrisa llena de perdón y comprensión.
Ninguno de
ellos logrará pisar los pedregosos acantilados
que conducen a
las refulgentes y asoleadas cimas cubiertas
de nieve de la
“Gran Cordillera” y todos vagan por anchas y
polvorientas
calles hacia sombríos valles, lugares de peregrinación,
profanados ya hace
tiempo.
Muchos
ensueñan estar ya en el camino hacia los sobrios
y esclarecidos
Guías en el reino del Alma, y por ello
requisan los
bosques a fin de descubrir un “santo”.
Otros a su vez
creen que las enseñanzas religiosas de los
pueblos
orientales son idénticas a la
Sabiduría de aquellos
silenciosos y
ocultos Guías...
Así pues se
dicen a sí mismos, no sin razón:
“También entre
nosotros ha habido en tiempos remotos
videntes y
sabios, también nosotros tenemos nuestros libros
sagrados desde
la remota antigüedad”.
“Pues lo
divino es igual en todas partes”.
“¿Por qué,
entonces, deberíamos nosotros, hijos de Occidente,
buscar nuestra
salvación solamente en el Oriente?”
LA “LOGIA
BLANCA”
Bajo el nombre
de “Logia Blanca” se ha tratado de designar
en el lenguaje
de uso corriente, al círculo de auxiliadores
espirituales,
por lo tanto esta misma designación la
hemos
conservado también aquí, y si bien los así llamados la
suelen
admitir, bajo ningún concepto se llaman a sí mismos
de este modo.
Su completo
aislamiento del mundo cotidiano es lo que
parece
justificar, que el concepto de “Logia”, conocido a
través de la Masonería , fuese
trasladado a su pura y espiritual
Comunidad.
Se trata aquí
de la más singular de las Comunidades sobre
este planeta,
no encontrándose entre los hombres ninguna
otra forma
comunitaria semejante, ni posibilidad de comparación,
así sólo se la
represente en sentido figurado.
Los miembros
de esta Comunidad, se reúnen unos con
otros en forma
corporal y externa únicamente en las más
excepcionales
e importantes circunstancias y casi nunca se
comunican
mediante escritos.
Sin embargo,
están siempre espiritualmente conectados,
en un
permanente intercambio de pensamientos, sí, en una
absoluta
Comunidad de Almas...
Esta Comunidad
no posee leyes externas.
Cada uno de
sus miembros es un par del otro y, sin
embargo, cada
miembro conoce el lugar que le corresponde,
condicionado
por su particular y diverso modo espiritual.
Todos empero,
se subordinan voluntariamente, a un mismo
“Superior”
espiritual.
Este
“Superior” no es ni “elegido” ni es “nombrado” y
sin embargo,
jamás uno de los miembros de la
Comunidad
estará en duda
respecto de quien debiera ser este “Superior”.
La “admisión”
a esta Comunidad no puede ser adquirida
ni legal, ni
inmoralmente, o por forzamiento.
Ocultas leyes
espirituales y a través de ellas activas
predisposiciones
especiales de la naturaleza humana, es lo
único que
determina si un hombre está destinado a la “admisión”,
y en estos
casos, ningún poder del mundo podrá
impedir su
“admisión”.
Sin embargo,
los admitidos no están obligados por ninguna
promesa, ni
por ningún juramento...
¡Ellos mismos
son ley y norma!
Por ningún
rasgo externo, por ninguna particularidad
común en la
forma de vida, pueden ser reconocidos los
miembros de
esta Comunidad espiritual.
Sin embargo,
se reconocen entre sí, aun cuando sus
semblantes les
sean totalmente desconocidos, es decir, sin
“signo,
palabra o tacto”, y también en el momento en que sea
necesario
encontrarse en la vida externa.
Esta
Comunidad, por ser en su totalidad de esa forma,
debe
permanecer oculta al mundo externo como tal, y sin
embargo,
muchos individuos y aun pueblos enteros, a veces
se encuentran
bajo su espiritual influencia...
EL CAMINO
Todas las
grandes cosas exigen valor y fe.
No puedes
“resucitar”, sin antes haber pasado por la
“cruz”.
“La nube
luminosa” no podrá acompañarte a través del
mar “seco”,
sin que antes hayas creído.
Aún tienes
mucho que superar en ti mismo, y más aún
tendrás que
aprender a superar, si quieres avanzar en tu
Camino...
El mar
amenazará con tragarte y el desierto no te dará
ningún
alimento, no obstante, ni el miedo ni la duda deben
detenerte ni
por un solo instante, tan pronto hayas resuelto
emprender
definitivamente este Camino hacia ti mismo,
hacia tu Dios
interno.
Cuán difícil
es esto, recién lo verás una vez que te
encuentres en
este Camino.
Mas no tengas
miedo.
Tu no estás
solo en este Camino...
Todos
aquellos, que antes que tú, lo han recorrido, te
acompañan.
También ellos
anteriormente tuvieron que pasar por todos
los peligros.
A ninguno de
ellos le resultó el camino más fácil que a ti.
Ahora, empero,
ellos han entrado en “la tierra de promisión”...
Ahora ellos
han alcanzado el esforzado objetivo y desde
las “sagradas
montañas”, te envían ayuda y fuerza.
Desde
aquellos, que en la más elevada luz de su Dios
resplandecen
cual soles, semejantes a dioses, como una
unidad, un sol
de todos los soles que ilumina a todos los
soles, a todos
los mundos, fluye hacia abajo, hasta aquellos
que viven en
esta Tierra en forma de espíritu y finalmente
hasta aquellos
que aun aquí portan el vestido del animal
terrenal, una
corriente de substancial y espiritual Luz en
toda su
extensión, y los abarca a todos aquellos y los unifica
en una sublime
consubstancialidad.
Pero en el
peldaño más bajo y más cercano a ti de esta
“escala
celestial”, se encuentran aquellos Auxiliadores que
pueden
ofrecerte a ti una mano de ayuda, si tú quieres su
ayuda...
Ellos no
abandonan jamás a nadie, quién a través de la
grisácea
noche, se esfuerza por abrirse camino, hacia aquel,
lleno de paz,
silencioso y elevado Templo, dentro del cual su
Dios, de Luz a
Luz puede “nacerle en él mismo”.
Empero, ellos
no envían su ayuda desde afuera, ya que
están unidos
contigo en lo más profundo de ti, una vez que
tu, lleno de
valor, hayas emprendido tu Camino, el mismo
Camino hacia
su Dios que alguna vez todo aquel que lo
encontró, tuvo
que recorrer. Y que ahora los que quieren
ayudarte,
también tuvieron que recorrerlo en su momento,
aun cuando su
espiritualidad a lo largo de milenios, haya
sido preparada
hasta la más pura calidad de entendimiento
espiritual.
EL ARTE DE
MORIR :
Tú seguramente
creerás, que morir no es ningún “arte”,
sería cuanto
más, un deber fatal, y eso se aprende por sí
mismo.
Igual a ti
piensan innumerables personas, y todos los días
innumerables
personas abandonan a través de su muerte el
cuerpo
terrenal, sin que hubiesen aprendido jamás el Arte de
morir.
A muchos les
llega la muerte inesperadamente, “como un
ladrón en la
noche” –a otros les llega como un temido
fantasma– a
otros como una anhelada redención de sus
sufrimientos,
y en cambio otros la llaman hacia sí, porque
esperan a
través de ella, la liberación de las preocupaciones y
urgencias del
cuerpo y del alma.
Raramente
empero le sorprende la muerte a aquél que
comprende el
Arte de morir.
Para
comprender este Arte, debes haber aprendido,
durante el
tiempo de vida saludable, qué es la “muerte”, que
significa
“morir”.
Tú debes en el
máximo de tus fuerzas morir, como quien
dice, “a
título de ensayo”, a fin de que sepas morir, cuando la
muerte te
sorprenda.
Morir no es
tan fácil como muchos suponen, pero
tampoco
demasiado difícil, cuando anticipadamente durante
el tiempo
pleno de fuerzas se lo ha aprendido…
Cada arte
requiere ser practicado, y sin práctica tampoco
se aprende
nada del morir.
De todas
maneras, un día se ha de tener que pasar por ello,
sea que ahora
se comprenda o no.
La mayoría de
los hombres se atemorizan ante la muerte,
porque no
saben con exactitud qué acontece allí.
Empero aquellos
que dicen que no se atemorizan, son
iguales a
niños que salen a navegar en un bote por alta mar,
desconociendo
los peligros del mar.
Tú sin embargo
debes ser como un timonel, que conoce
los vientos y
las corrientes marinas y que sabe, qué países le
esperan del
otro lado del mar.
Tú debes
aprender a determinar el curso de tu barca bien
equipada.
Se le llama
“morir” al deber abandonar el cuerpo terrenal
y sus órganos
sensoriales, una vez que este abandono
acontezca para
siempre e irreversiblemente, ya que el cuerpo
a causa de
principios físicos, no estará más en condiciones de
poder
conservarse.
Un fenómeno
muy similar se cumple cada vez que te
acuestas a
descansar y te entregas al sueño, sólo que allí
pierdes en
parte el dominio sobre el cuerpo y los sentidos, en
tanto durante
la muerte, ambos se te pierden total e
irrecuperablemente.
¡Ya ves cómo
la naturaleza, en cierto modo, te enseña el
morir por sí
misma de esta manera!
Tú puedes
también experimentar el morir de un modo
similar por
anticipado durante un desvanecimiento, o en un
recreado
desplazamiento de la conciencia fuera de tu cuerpo.
En todos estos
casos, siempre experimentas únicamente la
primera de
todas las partes del fenómeno, a no ser que tus
“sentidos”
internos y espirituales estuviesen despiertos en tal
medida que
puedas llegar a ti mismo “a la otra parte” de la
existencia, y
que entonces, para tu asombro, te encuentres
vivo sin el
cuerpo de la Tierra.. .
Empero, no
poseyendo aún esta experiencia, podrían
servirte de
ayuda tus sueños durante el descanso nocturno,
para que al
menos ellos te trasmitan una comprensión de la
vida
consciente sin el cuerpo físico, si bien la vida “del más
allá” es
realmente diferente a sólo un mero “sueño”.
Debo aquí
hacerte recordar la vida en los sueños, sólo
para ayudar a
tu entendimiento.
Así como en
los sueños te encuentras consciente,
sensitivo,
pensante y actuante, y así también como en los
sueños vives
en un “cuerpo” y lo utilizas libremente, si bien
tu cuerpo
físico reposa tranquilo en su cama en un sueño
profundo, del
mismo modo también te encuentras físicamente
conformado,
consciente, sensitivo, pensante y actuante,
cuando del
otro lado de la existencia puedas ya utilizar tus
“sentidos”
espirituales y por su intermedio llegues allá hasta
ti mismo, tan
sólo sea transitoriamente, o para siempre –
como sucede en
la muerte del cuerpo terrenal.
Una diferencia
fundamental consiste en que durante el
sueño tú sólo
observas nuevamente las siempre fluentes
imágenes de tu
plástica fantasía, las que a través de miles de
impulsos
físicos y psíquicos aparentan tener vida propia, en
tanto que para
estar despierto en el mundo espiritual objetivo,
–lo mismo da
en cual de sus Regiones pueda acontecer tu
despertar–,
debes abandonar igualmente el Reino de los
sueños, así
como lo abandonas para estar despierto en el
mundo de los
fenómenos físico-sensoriales.
Si has
“superado” el Reino del sueño, recién entonces
entras en el
Reino del espíritu, que no es difícil de distinguir
incluso de tus
más vividos y “naturales” sueños, ya que
debido a tus
sentidos espirituales te encuentras allá en un
estado de
consciencia frente al cual, aún la vida vigílica sobre
esta Tierra se
te presenta como sonambulezca.
EL PLAN Y LA MUERTE :
Todo el Cosmos
físico y espiritual es un Todo unificado,
aún cuando
este Todo se manifieste desde muchos aspectos
diferentes.
La verdadera
Realidad que se encuentra detrás de los
aspectos, fue
y es siempre manifestada sólo a muy pocos
hombres
terrenales.
Ella se aleja
tanto del experimento como del pensamiento
especulativo.
En el lado
fìsico-sensorial, así como en el lado espiritual
del Universo,
existen respectivamente las más diversas variaciones
en el modo de
percepción, y todas estas formas que
llegan a la
consciencia, se presentan ante ella con la misma
pretensión de
querer ser “lo verdadero”.
Casi todos los
seres, que se experimentan en el Universo,
ven sólo
partes de la Realidad ,
y estas mismas partes, sólo en
una
inconsciente autogenerada transformación.
Así también la
vida después de la “muerte” del cuerpo
físico está
determinada a través de un cambio en el modo de
percepción.
Se sentirá y
experimentará la misma Realidad, pero sólo
en el modo de
percepción espiritual, ya que los sentidos
físicos con la
extinción de las uniformes funciones de vida del
cuerpo
terrenal dejan de actuar; órganos de percepción
utilizables
sólo para la vida en la tierra.
Sensorialmente
perceptible es empero la vida en todas sus
Regiones, aún
cuando la forma del órgano sensorial sea muy
diferente.
“Morir” es
para el ser humano terrenal solo un fenómeno
que
forzosamente lo conduce a aprender a utilizar conscientemente,
los hasta aquí
inconscientemente sentidos ocultos...
Estos sentidos
espirituales ya se encuentran también
presentes
durante la vida terrenal, y ellos son la causa de que
el ser humano
desde sus sentidos perceptivos del cuerpo
animal, pueda
receptar impresiones que a los animales aún en
los niveles
más altos permanecen indescifrables, aún cuando
la precisión
de sus sentidos físicos puede superar a la del ser
humano.
Solamente en
relativamente raros casos, es posible que
los sentidos
del “cuerpo” espiritual en el ser humano se abran…
COMO VERAN,TREMENDAS ENSEÑANZAS QUE EXIGEN
ESTUDARSE EN PROFUNDIDAD Y A TAL FIN LES COMPARTO AQUÍ LINK A GOOGLE DRIVE
DONDE HALLARAN SU TRILOGIA DE OBRAS EN PDF :
No conocía a este autor, me parece muy interesante. Muchisimas gracias Fabio. Saludos.
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarEs lo mejor que hay hasta la fecha.
ResponderBorrarhttps://www.facebook.com/paulino.inigo
Interesante articulo pero con algunos errores, lo principal es que Bô Yin Râ nunca dice que el hombre es su Dios. Lo que dice es que en cada ser humano Dios debe nacer en su intimo y que tal es lo trabajo y objectivo mas elevado y que solo algunos lo realizan...
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