lunes, 5 de junio de 2017

BO YIN RA,El Maestro Desconocido

BO YIN RA,El Maestro Desconocido :
  
Injustamente Ignorado para la inmensa mayoria , hoy les traigo Vida,Enseñanzas y su colección de Trilogía de obras.



BIOGRAFIA de BO YIN RA :

Joseph Anton Schneider francos o Bô Yin Ra (* 25. Noviembre 1876 en Aschaffenburg, † 14. Febrero 1943 en Massagno) Fue un escritor y pintor alemán.

De sus diversos viajes dentro de Europa, muchas pinturas y escritos son conocidos, mientras que las de Grecia en particular, se destacan. Las publicaciones de J.A.S. apareció bajo el nombre de Bô Yin Ra,autor de más de 30 libros, de numerosos escritos y obras pictóricas, Estudió pintura en la ciudad de Frankfurt y en las academias de Munich, Paris y Viena Fue durante este tiempo que de forma gratuita recibió instrucción por el pintor Hans Thoma., pero las experiencias en Grecia fueron determinantes para el artista, las que finalmente lo encaminaron hacia lo que él, nos trasmite en sus libros y pinturas. Sus escritos consisten en darnos valor y ayuda en medio de lo cotidiano, a pesar de todas las dificultades, a fin de que podamos encontrar el propio camino que nos conduzca hacia el ser interno viviente.


De 1913 a 1915 trabajó de nuevo en Munich. En 1915 la Galería E. Schulte de Berlín exhibió una colección de sus paisajes griegos. Durante 1916 trabajó en Berlín; Ese año publicó dos textos más, Palabras de los Maestros y de las Tierras de las Luminarias ; Un tercero, La Voluntad de la Alegría , seguido en 1917; Los tres aparecieron en Leipzig y nuevamente llevaron sólo las iniciales BYR

En 1919 exhibió paisajes y composiciones florales en el Kaiser-Friedrich-Museum en Görlitz. Durante ese año también apareció la primera edición del volumen central en el ciclo Hortus Conclusus, es decir, El Libro sobre el Dios Viviente . El trabajo fue publicado por Kurt Wolff en Leipzig, en su Verlag der Weissen Bücher. Esta edición, la primera en mostrar el nombre del autor como Bô Yin Râ, contenía un prefacio del novelista alemán Gustav Meyrink (1868-1932), cuyo trabajo Der Golem (Leipzig: Kurt Wolff Verlag, 1915) se había convertido en una sensación editorial y trajo su Autor de amplia aclamación.

En 1920 Bô Yin Râ publicó, una vez más con Kurt Wolff, una serie de obras adicionales en el ciclo; Algunos de ellos ya habían estado completos durante algunos años, otros casi habían terminado. Estas obras incluyen el libro sobre el arte real , el libro sobre la vida más allá , el libro sobre la naturaleza humana , el libro sobre la felicidad y el libro de los diálogos .

En 1921 apareció Más Luz y, fuera del ciclo, Reflexiones sobre el Reino del Arte . En la primavera del año siguiente el autor pasó dos semanas en la isla de Capri, una visita cuyas impresiones se reflejan en la obra posterior El Secreto . Ese año también se publicó El Misterio del Gólgota , El Libro sobre el Amor y Mundos del Espíritu , que contiene un ciclo de veinte perspectivas espirituales. También en 1921 aparecieron Scintillas (Mantras alemanes), que ya había sido impreso como una prepublicación en la revista Magische Blätter, Leipzig, 1920.

1923 marcó un giro decisivo en la vida exterior de Bô Yin Râ, ya que en ese año él y su familia abandonaron Alemania para establecerse en Suiza, primero en Horgen, en el lago de Zurich. Ese mismo año se familiarizó con el editor suizo Dr. Alfred Kober-Staehelin (1885-1963), quien más tarde fue también conocido como periodista y comentarista político. El Dr. Kober reconoció el valor y la importancia de las exposiciones sin precedentes de Bô Yin Râ y comenzó, a partir de 1927, a publicar todas las obras del autor. En 1923 aparecieron los títulos Palabras de Vida , El Secreto y, fuera del ciclo, Enigmas del Ocultismo .

1924 trajo la publicación de seis títulos más del Hortus Conclusus, es decir, El Camino a Dios , El Libro sobre Solace , La Sabiduría de San Juan (el primer trabajo publicado en la traducción inglesa por The Kober Press, Berkeley), el Culto y Ceremonial Magia , Salmos , y Espíritu y Forma .

En 1925 Bô Yin Râ se trasladó con su familia de Horgen a Massagno / Lugano, Tessin, donde hicieron su residencia permanente; Formalmente se convirtieron en ciudadanos de Massagno en 1938.

En 1925 apareció el mayor objetivo de la vida ,el matrimonio,durante los catorce años siguientes Bô Yin Râ publicó las siguientes obras:

En 1926, Resurrección, Sobre la Oración; 1927, El significado de esta vida, El libro sobre el Dios viviente (forma final), "Acerca de mi nombre" ; 1928, Señales a lo largo del camino, El libro sobre la naturaleza humana (forma final), "El uso de mantras" ; 1929, El libro sobre la vida más allá (forma final); 1930, El espejismo de la libertad terrenal, El misterio del Gólgota (forma final), "Acerca de mis libros" ; 1931, El Libro sobre el Amor (forma final); 1932, El camino de mis alumnos, El libro sobre el arte real (forma final), Vistas de mi estudio ; 1933, Reflexiones sobre el reino del arte (forma final); 1934, De lo cotidiano, Realidad en lo Eterno, Vivir en la Luz del Espíritu ; 1935, Cartas a uno ya muchos, "En mi propio nombre" ; 1936, Hortus Conclusus, Más Luz (forma final); 1937, Codicil al Hortus Conclusus ; 1938, Marginalia ; 1939, Sobre Dios, Relaciones Espirituales, Miscelánea .

Se decía enviado de la Logia blanca y fundó, hacia 1920, la EBDAR (o Hermandad de los Caballeros del Santo Grial), con siete grados (según los siete sellos del Apocalipsis). Su doctrina (cada hombre es su Dios) es común a sus obras, entre las que destacan El libro de la felicidad (1920) y El libro del amor (1922).

Hoy en día hay dos Fundaciones Bô Yin Râ (Bô Yin Râ Stiftung, en alemán); Uno está situado en Basilea, Suiza , su presidente es el Dr. Otto Lienert. La otra Fundación se encuentra en la ciudad de Giessen (Hessen - Alemania).

SINTESIS DE SUS ENSEÑANZAS :

“EL REFUGIO DE DIOS ENTRE LOS HOMBRES”

Ya en tiempos pasados, llegó desde el sol naciente una
silenciosa nueva hasta Occidente, que expuso ante los ojos,
en forma de imágenes de piadosa fe cristiana, una prodigiosa
Comunidad de unión espiritual de sapientes realizadores,
sin embargo, los hombres occidentales, no supieron
interpretar tal forma que les alcanzaba.

El velo de la leyenda se tejió en torno al “Santo Grial” y
su augusta “Caballería”.

Un saber lleno de consuelo devino en oscuro mito, y quedó
como una piadosa poesía con un trasfondo de fábula.
Sin embargo, en nuestros días, sucedió entonces, que a
través de fantasiosos y floridos relatos de aventureros
mistagogos, se habló a todo el mundo de ocultos iniciados,
conocedores de los secretos, que vivían en el interior del
Oriente, sin embargo al mismo tiempo, el mismo mito
atestiguaba en contra de sí mismo, ya que sus difusores, si
bien habían tenido conocimiento de la existencia de los
Ocultos, jamás habían visto a alguno, de lo contrario nunca
hubiesen podido evitar suponer, que ciertos prodigiosos
faquires y extraños santos que se habían encontrado, fuesen
miembros de aquel círculo espiritual...

Sin embargo, en el inconsciente de muchas almas, ha
prevalecido un oscuro y último presentimiento de una
posible unción espiritual, en algún lugar de la tierra, con un
aún oculto santuario lleno del espíritu de Dios, y así pronto,
muchos se encontraron inclinados a la fe, en la esperanza de
alcanzar dicha unción.

Por desgracia, buscaron por falsos caminos y aún hoy,
siguen buscando por esos equívocos senderos.
De fragmentos de Sabiduría que yacían junto al camino,
erigieron una extravagante obra de apariencias a la que
llamaron “la ciencia” del espíritu, creyendo inocente y
locamente, que el verdadero conocimiento del Espíritu de la
Eternidad pudiese ser aprehendido de igual modo que el
entendimiento de la ciencia terrenal.

Ellos viven como ascetas para, como dicen, “espiritualizarse”,
y así se hunden en sombríos y venenosos pantanos
de una “mística” que se origina en la afiebrada atmósfera de
cálidas junglas tropicales; buscan percibir por todas partes,
trastornados de pasión, viejas o nuevas indicaciones a fin de
obtener “poderes ocultos”, creyendo poder acercarse de esta
forma, a Aquellos que para todos ellos sólo les pueden
ofrecer una compasiva sonrisa llena de perdón y comprensión.
Ninguno de ellos logrará pisar los pedregosos acantilados
que conducen a las refulgentes y asoleadas cimas cubiertas
de nieve de la “Gran Cordillera” y todos vagan por anchas y
polvorientas calles hacia sombríos valles, lugares de peregrinación,
profanados ya hace tiempo.

Muchos ensueñan estar ya en el camino hacia los sobrios
y esclarecidos Guías en el reino del Alma, y por ello
requisan los bosques a fin de descubrir un “santo”.
Otros a su vez creen que las enseñanzas religiosas de los
pueblos orientales son idénticas a la Sabiduría de aquellos
silenciosos y ocultos Guías...
Así pues se dicen a sí mismos, no sin razón:

“También entre nosotros ha habido en tiempos remotos
videntes y sabios, también nosotros tenemos nuestros libros
sagrados desde la remota antigüedad”.
“Pues lo divino es igual en todas partes”.
“¿Por qué, entonces, deberíamos nosotros, hijos de Occidente,
buscar nuestra salvación solamente en el Oriente?”

LA “LOGIA BLANCA”

Bajo el nombre de “Logia Blanca” se ha tratado de designar
en el lenguaje de uso corriente, al círculo de auxiliadores
espirituales, por lo tanto esta misma designación la
hemos conservado también aquí, y si bien los así llamados la
suelen admitir, bajo ningún concepto se llaman a sí mismos
de este modo.

Su completo aislamiento del mundo cotidiano es lo que
parece justificar, que el concepto de “Logia”, conocido a
través de la Masonería, fuese trasladado a su pura y espiritual
Comunidad.
Se trata aquí de la más singular de las Comunidades sobre
este planeta, no encontrándose entre los hombres ninguna
otra forma comunitaria semejante, ni posibilidad de comparación,
así sólo se la represente en sentido figurado.

Los miembros de esta Comunidad, se reúnen unos con
otros en forma corporal y externa únicamente en las más
excepcionales e importantes circunstancias y casi nunca se
comunican mediante escritos.
Sin embargo, están siempre espiritualmente conectados,
en un permanente intercambio de pensamientos, sí, en una
absoluta Comunidad de Almas...

Esta Comunidad no posee leyes externas.
Cada uno de sus miembros es un par del otro y, sin
embargo, cada miembro conoce el lugar que le corresponde,
condicionado por su particular y diverso modo espiritual.
Todos empero, se subordinan voluntariamente, a un mismo
“Superior” espiritual.
Este “Superior” no es ni “elegido” ni es “nombrado” y
sin embargo, jamás uno de los miembros de la Comunidad
estará en duda respecto de quien debiera ser este “Superior”.
La “admisión” a esta Comunidad no puede ser adquirida
ni legal, ni inmoralmente, o por forzamiento.

Ocultas leyes espirituales y a través de ellas activas
predisposiciones especiales de la naturaleza humana, es lo
único que determina si un hombre está destinado a la “admisión”,
y en estos casos, ningún poder del mundo podrá
impedir su “admisión”.
Sin embargo, los admitidos no están obligados por ninguna
promesa, ni por ningún juramento...
¡Ellos mismos son ley y norma!
Por ningún rasgo externo, por ninguna particularidad
común en la forma de vida, pueden ser reconocidos los
miembros de esta Comunidad espiritual.

Sin embargo, se reconocen entre sí, aun cuando sus
semblantes les sean totalmente desconocidos, es decir, sin
“signo, palabra o tacto”, y también en el momento en que sea
necesario encontrarse en la vida externa.
Esta Comunidad, por ser en su totalidad de esa forma,
debe permanecer oculta al mundo externo como tal, y sin
embargo, muchos individuos y aun pueblos enteros, a veces
se encuentran bajo su espiritual influencia...

EL CAMINO

Todas las grandes cosas exigen valor y fe.
No puedes “resucitar”, sin antes haber pasado por la
“cruz”.
“La nube luminosa” no podrá acompañarte a través del
mar “seco”, sin que antes hayas creído.
Aún tienes mucho que superar en ti mismo, y más aún
tendrás que aprender a superar, si quieres avanzar en tu
Camino...

El mar amenazará con tragarte y el desierto no te dará
ningún alimento, no obstante, ni el miedo ni la duda deben
detenerte ni por un solo instante, tan pronto hayas resuelto
emprender definitivamente este Camino hacia ti mismo,
hacia tu Dios interno.
Cuán difícil es esto, recién lo verás una vez que te
encuentres en este Camino.
Mas no tengas miedo.
Tu no estás solo en este Camino...

Todos aquellos, que antes que tú, lo han recorrido, te
acompañan.
También ellos anteriormente tuvieron que pasar por todos
los peligros.
A ninguno de ellos le resultó el camino más fácil que a ti.
Ahora, empero, ellos han entrado en “la tierra de promisión”...
Ahora ellos han alcanzado el esforzado objetivo y desde
las “sagradas montañas”, te envían ayuda y fuerza.

Desde aquellos, que en la más elevada luz de su Dios
resplandecen cual soles, semejantes a dioses, como una
unidad, un sol de todos los soles que ilumina a todos los
soles, a todos los mundos, fluye hacia abajo, hasta aquellos
que viven en esta Tierra en forma de espíritu y finalmente
hasta aquellos que aun aquí portan el vestido del animal
terrenal, una corriente de substancial y espiritual Luz en
toda su extensión, y los abarca a todos aquellos y los unifica
en una sublime consubstancialidad.

Pero en el peldaño más bajo y más cercano a ti de esta
“escala celestial”, se encuentran aquellos Auxiliadores que
pueden ofrecerte a ti una mano de ayuda, si tú quieres su
ayuda...
Ellos no abandonan jamás a nadie, quién a través de la
grisácea noche, se esfuerza por abrirse camino, hacia aquel,
lleno de paz, silencioso y elevado Templo, dentro del cual su
Dios, de Luz a Luz puede “nacerle en él mismo”.

Empero, ellos no envían su ayuda desde afuera, ya que
están unidos contigo en lo más profundo de ti, una vez que
tu, lleno de valor, hayas emprendido tu Camino, el mismo
Camino hacia su Dios que alguna vez todo aquel que lo
encontró, tuvo que recorrer. Y que ahora los que quieren
ayudarte, también tuvieron que recorrerlo en su momento,
aun cuando su espiritualidad a lo largo de milenios, haya
sido preparada hasta la más pura calidad de entendimiento
espiritual.

EL ARTE DE MORIR :

Tú seguramente creerás, que morir no es ningún “arte”,
sería cuanto más, un deber fatal, y eso se aprende por sí
mismo.
Igual a ti piensan innumerables personas, y todos los días
innumerables personas abandonan a través de su muerte el
cuerpo terrenal, sin que hubiesen aprendido jamás el Arte de
morir.

A muchos les llega la muerte inesperadamente, “como un
ladrón en la noche” –a otros les llega como un temido
fantasma– a otros como una anhelada redención de sus
sufrimientos, y en cambio otros la llaman hacia sí, porque
esperan a través de ella, la liberación de las preocupaciones y
urgencias del cuerpo y del alma.
Raramente empero le sorprende la muerte a aquél que
comprende el Arte de morir.

Para comprender este Arte, debes haber aprendido,
durante el tiempo de vida saludable, qué es la “muerte”, que
significa “morir”.
Tú debes en el máximo de tus fuerzas morir, como quien
dice, “a título de ensayo”, a fin de que sepas morir, cuando la
muerte te sorprenda.
Morir no es tan fácil como muchos suponen, pero
tampoco demasiado difícil, cuando anticipadamente durante
el tiempo pleno de fuerzas se lo ha aprendido…
Cada arte requiere ser practicado, y sin práctica tampoco
se aprende nada del morir.

De todas maneras, un día se ha de tener que pasar por ello,
sea que ahora se comprenda o no.
La mayoría de los hombres se atemorizan ante la muerte,
porque no saben con exactitud qué acontece allí.
Empero aquellos que dicen que no se atemorizan, son
iguales a niños que salen a navegar en un bote por alta mar,
desconociendo los peligros del mar.

Tú sin embargo debes ser como un timonel, que conoce
los vientos y las corrientes marinas y que sabe, qué países le
esperan del otro lado del mar.
Tú debes aprender a determinar el curso de tu barca bien
equipada.
Se le llama “morir” al deber abandonar el cuerpo terrenal
y sus órganos sensoriales, una vez que este abandono
acontezca para siempre e irreversiblemente, ya que el cuerpo
a causa de principios físicos, no estará más en condiciones de
poder conservarse.

Un fenómeno muy similar se cumple cada vez que te
acuestas a descansar y te entregas al sueño, sólo que allí
pierdes en parte el dominio sobre el cuerpo y los sentidos, en
tanto durante la muerte, ambos se te pierden total e
irrecuperablemente.
¡Ya ves cómo la naturaleza, en cierto modo, te enseña el
morir por sí misma de esta manera!

Tú puedes también experimentar el morir de un modo
similar por anticipado durante un desvanecimiento, o en un
recreado desplazamiento de la conciencia fuera de tu cuerpo.
En todos estos casos, siempre experimentas únicamente la
primera de todas las partes del fenómeno, a no ser que tus
“sentidos” internos y espirituales estuviesen despiertos en tal
medida que puedas llegar a ti mismo “a la otra parte” de la
existencia, y que entonces, para tu asombro, te encuentres
vivo sin el cuerpo de la Tierra...

Empero, no poseyendo aún esta experiencia, podrían
servirte de ayuda tus sueños durante el descanso nocturno,
para que al menos ellos te trasmitan una comprensión de la
vida consciente sin el cuerpo físico, si bien la vida “del más
allá” es realmente diferente a sólo un mero “sueño”.
Debo aquí hacerte recordar la vida en los sueños, sólo
para ayudar a tu entendimiento.

Así como en los sueños te encuentras consciente,
sensitivo, pensante y actuante, y así también como en los
sueños vives en un “cuerpo” y lo utilizas libremente, si bien
tu cuerpo físico reposa tranquilo en su cama en un sueño
profundo, del mismo modo también te encuentras físicamente
conformado, consciente, sensitivo, pensante y actuante,
cuando del otro lado de la existencia puedas ya utilizar tus
“sentidos” espirituales y por su intermedio llegues allá hasta
ti mismo, tan sólo sea transitoriamente, o para siempre –
como sucede en la muerte del cuerpo terrenal.

Una diferencia fundamental consiste en que durante el
sueño tú sólo observas nuevamente las siempre fluentes
imágenes de tu plástica fantasía, las que a través de miles de
impulsos físicos y psíquicos aparentan tener vida propia, en
tanto que para estar despierto en el mundo espiritual objetivo,
–lo mismo da en cual de sus Regiones pueda acontecer tu
despertar–, debes abandonar igualmente el Reino de los
sueños, así como lo abandonas para estar despierto en el
mundo de los fenómenos físico-sensoriales.

Si has “superado” el Reino del sueño, recién entonces
entras en el Reino del espíritu, que no es difícil de distinguir
incluso de tus más vividos y “naturales” sueños, ya que
debido a tus sentidos espirituales te encuentras allá en un
estado de consciencia frente al cual, aún la vida vigílica sobre
esta Tierra se te presenta como sonambulezca.

EL PLAN Y LA MUERTE :

Todo el Cosmos físico y espiritual es un Todo unificado,
aún cuando este Todo se manifieste desde muchos aspectos
diferentes.
La verdadera Realidad que se encuentra detrás de los
aspectos, fue y es siempre manifestada sólo a muy pocos
hombres terrenales.

Ella se aleja tanto del experimento como del pensamiento
especulativo.
En el lado fìsico-sensorial, así como en el lado espiritual
del Universo, existen respectivamente las más diversas variaciones
en el modo de percepción, y todas estas formas que
llegan a la consciencia, se presentan ante ella con la misma
pretensión de querer ser “lo verdadero”.

Casi todos los seres, que se experimentan en el Universo,
ven sólo partes de la Realidad, y estas mismas partes, sólo en
una inconsciente autogenerada transformación.
Así también la vida después de la “muerte” del cuerpo
físico está determinada a través de un cambio en el modo de
percepción.
Se sentirá y experimentará la misma Realidad, pero sólo
en el modo de percepción espiritual, ya que los sentidos
físicos con la extinción de las uniformes funciones de vida del
cuerpo terrenal dejan de actuar; órganos de percepción
utilizables sólo para la vida en la tierra.

Sensorialmente perceptible es empero la vida en todas sus
Regiones, aún cuando la forma del órgano sensorial sea muy
diferente.
“Morir” es para el ser humano terrenal solo un fenómeno
que forzosamente lo conduce a aprender a utilizar conscientemente,
los hasta aquí inconscientemente sentidos ocultos...

Estos sentidos espirituales ya se encuentran también
presentes durante la vida terrenal, y ellos son la causa de que
el ser humano desde sus sentidos perceptivos del cuerpo
animal, pueda receptar impresiones que a los animales aún en
los niveles más altos permanecen indescifrables, aún cuando
la precisión de sus sentidos físicos puede superar a la del ser
humano.
Solamente en relativamente raros casos, es posible que
los sentidos del “cuerpo” espiritual en el ser humano se abran…

COMO VERAN,TREMENDAS ENSEÑANZAS QUE EXIGEN ESTUDARSE EN PROFUNDIDAD Y A TAL FIN LES COMPARTO AQUÍ LINK A GOOGLE DRIVE DONDE HALLARAN SU TRILOGIA DE OBRAS EN PDF :




4 comentarios:

  1. No conocía a este autor, me parece muy interesante. Muchisimas gracias Fabio. Saludos.

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  3. Es lo mejor que hay hasta la fecha.

    https://www.facebook.com/paulino.inigo

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  4. Interesante articulo pero con algunos errores, lo principal es que Bô Yin Râ nunca dice que el hombre es su Dios. Lo que dice es que en cada ser humano Dios debe nacer en su intimo y que tal es lo trabajo y objectivo mas elevado y que solo algunos lo realizan...

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